Libra es un signo de aire, regido por Venus y cuya casa representa nuestras relaciones con los demás, los “otros” que son importantes para nosotros, nuestra pareja en primer lugar, nuestro socio, nuestros amigos, compañeros de trabajo, familiares, enemigos, etc.
En general, y a pesar que casi nadie se toma muy bien las pérdidas, los signos de aire en particular, al ser muy racionales, tienden a aferrarse al intelecto a la hora de asumir una pérdida.
Esto no reduce esencialmente el dolor que puedan sentir, pero sí que ayuda a atemperarlo y convertirlo en algo constructivo.
En el caso de Libra y, debido a las características particulares del signo, la cosa puede ser muy fácil o muy difícil.
La estabilidad de Libra
Una de las características principales de las personas con este signo zodiacal es que, el más mínimo cambio en lo que consideran su seguridad, las desestabiliza tanto como quitar peso de uno de los platos de la balanza, que provocaría que esta se fuera hacia un lado.
Así le pasa a Libra cuando vive una pérdida, se va a un lado, se va al otro extremo y así está un período de tiempo (dependiendo del “peso” del objeto, persona o situación y la brusquedad con que eso se retire de uno de los platos que conforman metafóricamente, su equilibrio psicológico.)
Por lo que, mientras la persona de Libra está inmersa en el duelo de la pérdida, es probable que le veamos oscilar en extremos del pensamiento (y comportamiento) tales como que un día nos puede dar una charla muy madura y justo, la semana siguiente asome su lado más infantil.
Por ejemplo, un día puede decir que: «ya ha logrado perdonar a su ex y que se ha librado del absurdo sentimiento de amor que le mantenía aferrada a esa persona que después de todo resultó decepcionante”, y luego nos diga que: “estuvo llamando a su ex toda la noche porque quería que le aclarara exactamente qué es lo que había hecho mal, ya que ha decidido luchar por su amor…”
Será entonces cuando le recordemos, interrumpiendo su verborrea, lo que nos dijo justo la semana anterior y después de mirarnos con cierto rencor mal disimulado, se vaya a reflexionar de nuevo sobre el asunto.
Y puede que esta situación se repita un tiempo según sea el tamaño o la importancia de la susodicha “pérdida”, porque el tema de la dificultad de Libra para tomar decisiones, se manifiesta de una forma muy evidente en estos casos.
Su capacidad para recuperarse
Pero Libra es, sobre todo, inteligente y, además, tiene un alto sentido de la estética, por lo que se permitirá muy poco andar con el maquillaje chorreado o los ojos hinchados de llorar toda la noche, y menos aún, se pondrá gorda comiendo helado de chocolate y viendo TV.
Lo hará una semana y, a la semana siguiente, se inscribirá en un gimnasio con la intención de volver a ponerse guapa y de conocer un clavo que le saque al otro clavo.
Puede que sus amigos se angustien un poco, pero desde luego no se aburrirán con los cambios de perspectiva, análisis y estrategia que hará Libra para salir de su duelo.
Y es precisamente ese diálogo interior con el que se defiende con uñas y dientes de la tristeza, usando su inteligencia para desmontar los mitos o las falsas ilusiones que, a veces, intensifican el dolor de una pérdida.