Capricornio, uno de los signos más complejos e interesantes del Zodíaco, tiene una prensa que, en el mejor de los casos, lo tacha de “aburrido” y, en el peor, lo pinta como alguien materialista y ambicioso.
Y, además, por si fuera poco, tener como regente al temido Saturno, que en la antigüedad era considerado uno de los planetas “maléficos”, pues no ayuda demasiado.
Sin embargo, las características del signo lo asocian más al trabajo, al sacrificio y a la intencionalidad de seguir sus metas de una manera persistente y tenaz.
Y si algo hay que resaltar de Capricornio es su increíble sensibilidad, su bondad y la lealtad con la que se aferra a sus afectos.
¿Por qué no lleva bien las pérdidas?
Esto, y que es un signo regido por la tierra hacen que Capricornio no lleve demasiado bien las pérdidas como suele suceder, en general, con los signos cuyo elemento principal es la tierra, que suele hacer a sus hijos muy apegados a lo material, entiéndase esto como los objetos pero también como el cuerpo y por supuesto, la presencia de las cosas que ama.
Hay otra cosa que hace que Capricornio no lleve demasiado bien las pérdidas y es su gusto por el control. Y es que para ser persistente y tenaz, es decir, para perseguir una meta desde un punto a otro, hay que pensar que esa meta estará allí cuando lleguemos a por ella.
Una pérdida en este caso se equipara a haber subido con mucho esfuerzo a la cima de una montaña a buscar , por ejemplo, una rara flor medicinal y encontrarnos con que un pájaro se acaba de llevar la última flor que podía darle sentido a nuestro esfuerzo.
Y es que si hay un signo apegado y conservador en el sentido más amplio de la palabra, ese es el signo de la cabra.
Si Capricornio rinde culto a los ancestros y a las tradiciones es precisamente porque no le gustan para nada los cambios, que es uno de los nombres con los que podemos también identificar a las pérdidas.
Y es que si hay un signo que cumple con todos los rituales del luto ante la pérdida ese es el signo de la cabra.
Por la única fase que quizá no pase será la de negación, ya que su pesimismo natural le advierte que todo lo conseguido se puede ir al traste de un momento a otro.
Así que cuando esto ocurre, si es que ocurre (como Capricornio siempre lo temió) pues ya tiene las lágrimas a flor de piel para llorar su pérdida, ya que lo que algunos llaman pesimismo Capricornio lo llama, no negar lo evidente.
Capricornio en el amor
Será raro que, por ejemplo, que la pérdida de una relación, una ruptura, un abandono, la tome desprevenida, ya que Capricornio será bastante consciente de que las cosas van mal y si no está tratando de solucionarlo es porque se está pensando precisamente eso, abandonar.
Sin embargo, también pasa que, aunque Capricornio lo vea venir, no por eso le duela menos o ni siquiera eso signifique que ya no está enamorada, podría estarlo con todas sus ganas, pero lo primero que hará ante la pérdida, será lamentarla.
Después de un período de reflexión, medirá si tiene alguna oportunidad, si vale la pena, si realmente es lo que quiere y entonces, solamente después de esto ( y de haber superado el duelo), podría volver al ataque.
Eso sí, será un ataque disimulado y de baja intensidad, que casi podría engañar a su ex haciéndole creer que lo que quiere es solamente amistad.
Pero Capricornio no lleva demasiado bien la pérdida, aunque la llore, lo que quiere decir, que solamente perderá sin dar guerra, aquello que quiera perder, aunque su guerra no sea tan dramática y evidente como la de una Sagitario, por ejemplo.