Escorpio, como ya todos sabemos, es un signo increíblemente pasional, que aunque no está regido por el elemento fuego, puede llegar a compartir sus características de intensidad, ira o explosividad.
Vamos que cuando uno es apasionado, lo es para lo bueno y para lo malo.
En general, no lleva nada bien las pérdidas, ya que implican cambio, dolor, separación y hasta muerte, es decir, todas las cosas a las que tiene más miedo.
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La intensidad de Escorpio
Se sabe que Escorpio es uno de los amantes más entregados y sexuales, capaz de darlo todo a la persona que ama sin escatimar nada.
Y también, que cuando esto se va hacia el extremo, tenemos a alguien excesivamente controlador, celoso, posesivo y capaz de asfixiar a casi cualquiera que no tenga el cuello tan grueso como un toro, que es su pareja ideal.
Lo cual nos puede dar una pista de cómo se pone Escorpio cuando pierde algo, aunque en realidad es, cómo afronta una pérdida.
Y es que si estamos hablando de una relación de pareja, debemos tener en cuenta algunas de las características de la personalidad de Escorpio para saber que no se lo pondrá fácil.
Para este signo pasar del amor al odio es natural y su amante pasa a ser esa persona que de ahora en adelante será “el traidor o la traidora”, que pretende abandonar el barco del amor construido con el mayor esmero por Escorpio.
Porque claro, lo primero que siente Escorpio ante un abandono, no es que el amor se acaba (porque a Escorpio no se le “acaba” el amor, se le apaga abruptamente o permanece ardiendo, pero no se le acaba “lentamente” o de un día para otro) a Escorpio le “traicionan», “le apuñalan por la espalda”, etc.
Y es que así vive el abandono, con un dolor tan punzante que lo único que puede hacer para defenderse es salir a pinchar con su aguijón (metafóricamente hablando).
Pasión sin medidas
Si el amor y la pasión, a veces, sacan lo más recóndito e infantil de nuestras pasiones, de nuestros temores, de nuestra ira o nuestras inseguridades, en Escorpio el efecto se multiplica por diez.
Y que nadie venga a decir que entonces mejor no tiene una relación con Escorpio porque si eso es verdad, a intensos puede que solo les gane Leo, pero lo de este signo es más teatro que lo de Escorpio, que es más modo “pasión arrolladora”.
Lo que quiere decir que si no hace un berrinche por orgullo, si que se dedicará a odiar a su pareja de una manera que al pobre le costará bastante no sentirse una basura.
Y esto lo sabe cualquier ex de Escorpio, que se haya convertido en ex por voluntad propia, habrá venganza, ya sea tratando de ligarse a un amigo, ya sea revelando secretos oscuros, ya sea aislándolo del resto de los amigos.
Solo la imaginación de un Escorpio traicionado podría contarnos la cantidad de cositas que se le pueden ocurrir, para sentir ese equilibrio malsano de la venganza que necesita su corazón resentido.
Fuertes por naturaleza
Claro, que sí se trata de un Escorpio evolucionado y su ex no le ha hecho una trastada reprochable como dejarle por otro o no aparecer el día de la boda, tampoco se recreará demasiado tiempo en fastidiar a su ex y recurrirá a la célebre frase de Borges:
“El olvido es la única venganza y el único perdón” lo que tampoco será poco valga la redundancia.
Si se trata de otro tipo de pérdidas, Escorpio suele tener una sabiduría intrínseca ya que casi siempre deben vivir en su vida importantes y, a veces, duras transformaciones, por lo que desarrollan una gran fortaleza ante la pérdida.