Dentro de la gran variedad de tarots que se pueden encontrar en el mercado, el Oráculo de Belline es, quizás, uno de los menos conocidos.
La belleza de sus ilustraciones no ha conseguido que su popularidad crezca lo suficiente como para convertirse en uno de esos tarots imprescindibles, por lo que prácticamente se ha convertido más en una pieza de coleccionista, que un tarot de batalla o uso diario.
El Gran tarot de Belline creado con posterioridad y tomando como base el Oráculo de Belline tampoco logró destacar con claridad sobre otros coetáneos más populares.
CARACTERÍSTICAS DEL ORÁCULO DE BELLINE
El Oráculo de Bellini fue creado por Edmond Belline en 1845. Se caracteriza principalmente por estar compuesto por cincuenta y dos cartas ilustradas con motivos relacionados con la naturaleza. Además, sus cartas cuentan en la parte superior izquierda con símbolos astrológicos que facilitan en gran medida establecer su correspondencia astrológica, ampliando considerablemente el contenido que se puede interpretar de cada carta.
CARACTERÍSTICAS DEL GRAN TAROT DE BELLINE
Además del Oráculo de Belline, se conoce el Gran Tarot de Belline creado tras la aparición del Tarot de Marsella.
Este tarot compuesto por setenta y ocho cartas sigue en gran medida la carga simbólica que se puede observar en el tarot de Marsella, siendo quizás esto, lo que lo relegó al olvido, ya que como debieron pensar los tarotistas de la época, para interpretar el Tarot de Marsella ya estaba el Tarot de Marsella. Como característica a destacar se puede decir que sus setenta y ocho cartas presentan indicaciones tanto en la parte superior como inferior de sus ilustraciones que facilitan en cierta medida el proceso de adivinación. Sin embargo, queda claro que no causó gran impacto sobre la sociedad de la época.