La tirada de la herradura está especialmente diseñada para lograr una respuesta clara y concisa para un asunto particular. La suerte asociada a la herradura, parte de la leyenda inglesa del siglo X.
La tirada de la herradura rinde honor al número 7, número de buena suerte por excelencia y a al legado que se le atribuye desde hace siglos como símbolo de buena fortuna.
¿Por qué la herradura es un símbolo de buena suerte?
«Según la tradición, un herrero inglés del siglo X, recibió un día la visita de un forastero, que le encargó unas herraduras para sus pies, que más que pies parecían pezuñas. Reconoció inmediatamente a Satanás en su cliente, y le explicó que, para realizar su tarea, era necesario encadenarlo a la pared. El herrero procuró que su trabajo resultara tan doloroso, que el diablo encadenado le pidió repetidamente misericordia. El herrero se negó a soltarlo hasta que el diablo juró solemnemente no entrar nunca en una casa donde hubiera una herradura colgada sobre la puerta».
Desde la aparición de esta leyenda en el siglo X, los cristianos tuvieron la herradura en alta estima, colocándola primero sobre el dintel de la puerta y trasladándola más tarde al centro de ésta, donde cumplía la doble función de talismán poderoso y picaporte.
Pero incluso antes, la herradura ya era considerada un símbolo de buena suerte para los griegos, pero entendiendo que sus poderes mágicos provenían de otros factores. Las herraduras eran de hierro, un elemento que se creía que ahuyentaba el mal, y tienen a forma de una luna en cuarto creciente, que desde siempre ha sido considerada símbolo de fertilidad y fortuna.
Los romanos se apropiaron de este objeto, a la vez como práctico dispositivo ecuestre y como talismán, y su creencia pagana en sus poderes mágicos pasó a los cristianos, que dieron a esta superstición su versión basada en san Dunstan, el Herrero.
En la Edad Media, cuando cundía al máximo el temor a la brujería, la herradura adquirió un poder adicional. Se creía que las brujas se desplazaban montadas en escobas porque temían a los caballos, y que cualquier cosa que les recordara un caballo, especialmente su herradura de hierro, las ahuyentaba. La mujer acusada de brujería era enterrada con una herradura clavada en la tapa de su ataúd, para impedir su resurrección.
Una herradura no se debe colgar de cualquier forma: su disposición correcta es con los extremos hacia arriba, pues de lo contrario su reserva de suerte se vaciará.
Cómo realizar la Tirada de la Herradura
Se barajan las cartas del Tarot, y después se colocan todas en forma de abanico. Posteriormente se extraerán siete cartas que colocaremos en forma de V, de manera que por su disposición, formen una herradura.
Carta 1: (Pasado) Nos habla de las influencias pasadas que han motivado la situación sobre la que se consulta.
Carta 2: (Presente) Marca al consultante, nos lo define indicando cómo está en este momento en relación al problema que consulta y por tanto, también nos habla de su presente.
Carta 3: (Planes y proyectos) Se refiere al futuro generalizado, al desarrollo del problema en general desde un punto de vista del azar, que deberá conjugarse con las otras cartas que vienen a continuación.
Carta 4: (Acciones) En relación a la solución del problema de cara al futuro, esta carta nos indica cuál será la mejor estrategia a seguir, las alianzas o pacto si fueran necesarios y las diferentes actitudes a tomar.
Carta 5: (Pareja o Entorno) Esta carta es muy importante porque nos habla del entorno, de la actitud de quienes rodean al consultante, ya sean amigos, socios, familia o pareja y nos indica cuál será la postura que tendrán frente al problema que se está consultando.
Carta 6: (Impedimentos) Se refiere básicamente a los obstáculos y problemas que aparecerán a la hora de solucionar el problema o enfrentarse a él.
Carta 7: (Resultado) Nos habla del futuro, es decir de cómo se solucionará el problema, lo que pasará en realidad, siempre por supuesto, en directa relación a las otras cartas comentadas.