En medio de una cena familiar tu teléfono se ilumina. Una notificación de Google Calendar te recuerda que has olvidado enviar un email urgente. Abandonas la cena y te pones con ello. Esto es ficción, pero la realidad no es tan diferente. Equilibrar vida laboral y personal es todo un reto.
Por suerte, siguiendo unas sencillas reglas podrás mejorar notablemente tu calidad de vida, sin que se resienta el plano laboral y personal.
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Vida laboral y personal empiezan en los límites
El teletrabajo se está imponiendo en muchas empresas. Tiene ventajas innegables, pero también plantea desafíos. Uno de los principales es que la línea entre el trabajo y la vida personal se puede desdibujar con cierta facilidad. Lo mismo ocurre si tienes un negocio propio. ¿Cómo enfrentar este problema?
- Ten un lugar de trabajo específico: Si trabajas desde casa, dedica un espacio exclusivamente para ello. Lo mejor es que sea una habitación u oficina independiente, de esta forma, será más fácil separar las responsabilidades personales y laborales.
- Establece horarios: Tener un horario de trabajo es “obligatorio”. Esto ayudará a tu mente a desconectar fuera de la jornada laboral. Decide una hora de inicio y finalización. Respétala, el horario debería ser sagrado.
Prioriza tus actividades
Algunas tareas requieren más tiempo y energía que otras. Es esencial distinguir entre lo urgente y lo importante para reducir el estrés y sentir que vida laboral y personal avanzan de la mano. Una herramienta efectiva es la matriz de Eisenhower:
- Urgente e importante: Hazlo ahora.
- Importante pero no urgente: Planifícalo en el calendario.
- Urgente pero no importante: Delégalo.
- Ni urgente ni importante: Piensa en eliminarlo.
Aplica esta matriz tanto a tus tareas laborales como personales. Verás que, al priorizar, encontrarás más tiempo para lo que realmente importa reduciendo a la vez tu nivel de ansiedad.
Calidad sobre cantidad
En la vida personal, la calidad del tiempo que pasas con tus seres queridos es mucho más importante que la cantidad.
No sirve con estar físicamente presente pero distraído. Intenta dedicar momentos de calidad, donde tu atención esté 100% en lo que estáis haciendo o en la otra persona.
Estos momentos de calidad, aunque puedan ser breves, fortalecerán tus lazos y te recargarán las pilas. Son necesarios para vivir con más propósito.
En la vida laboral aprende a decir “no”
¿Cuántas veces te has encontrado en situaciones que realmente no querías hacer? Aprende a decir “no” a ciertas propuestas, ya sea en el ámbito laboral o personal, es esencial para mantener el equilibrio.
Esto no significa que te vuelvas un ermitaño o que dejes de cumplir las obligaciones de tu trabajo, tan sólo que aprendas a valorar tu tiempo y energía.
Dedica tiempo para ti
Tan importante como el trabajo y la familia es tener tiempo para uno mismo. Esto se suele olvidar y resulta esencial.
Necesitas tiempo para hacer eso que te gusta: leer un libro, practicar deporte, meditar o simplemente disfrutar de una taza de café en silencio. Encuentra momentos para conectarte contigo mismo. Te ayudará a recargar energías y afrontar los próximos retos con una mente más clara.
Tú eres el arquitecto de tu propia vida. Puedes y debes decidir cómo administrar tu tiempo y energía. Respeta tus límites, prioriza lo que realmente importa e invierte en relaciones de calidad.