El apego y el aferramiento son dos de los doce vínculos de la interdependencia con los que más nos puede costar lidiar. Sus definiciones las podemos encontrar en cualquier diccionario virtual, aunque tampoco hace falta tener un conocimiento profundo de ambos términos para entender, a simple vista, qué significan. En cualquier caso, suponen dos estados mentales, emocionales, sentimentales o cualesquiera que sean, que tienden a generar angustia, sufrimiento e infelicidad. Explicarlo nos llevaría días, así que, vamos a exponer una visión general, práctica y, si me apuras, un poco banal, sin entrar en demasiados detalles.
APEGO Y AFERRAMIENTO A LA FELICIDAD MATERIAL
El dinero y las posesiones materiales no garantizan la felicidad, esto es un hecho. Sin embargo, ayudan a atraerla o facilitan su atracción en la medida en que nos ayudan a materializar los sueños que nos hayamos propuesto. Cuando una persona nunca ha tenido la posibilidad de vivir mejor, a nivel económico, de cómo vive ahora, es muy difícil que sienta apego o aferramiento por la felicidad que le ha transmitido una vida material que desconoce. El problema surge cuando, por determinadas circunstancias, un modelo de vida acomodado se hace trizas. Esta es una situación que, por desgracia, vivimos bastante a menudo en familiares, amigos y conocidos a los que apreciamos y queremos. Es muy difícil adaptarse, pero en esa capacidad para amoldarse a ese nuevo marco económico está la clave para triunfar. Encontrar la felicidad en tomar un café con los amigos, en sentir el abrazo de una amiga o en disfrutar de un amanecer, está al alcance de cualquiera. Sólo hay que cambiar ese chip con el que nos hemos programado durante años para ser felices de una determinada manera y que ahora no nos sirve para nada.
APEGO Y AFERRAMIENTO A LA “OTRA” FELICIDAD
Cuando decimos la “otra” felicidad, nos referimos a la felicidad integral, la felicidad que no depende de cuántos coches, casas o joyas poseemos. Cuando la hemos tenido, cuando la hemos experimentado y disfrutado, es muy difícil dejar ser sentir apego o incluso aferramiento por ella cuando la perdemos. Este apego y aferramiento hacia una felicidad pasada nos impide tener las manos libres para recibir lo que nos tiene preparado nuestro destino. No se puede ser feliz apegándonos o aferrándonos a vivencias pasadas que ahora sólo nos sumen en una nostálgica y espesa bruma de tristeza. Es vital dejar el pasado detrás, por muy feliz haya podido ser, para poder avanzar, para evolucionar. Hay quiénes incluso, siente apego y aferramiento por la felicidad que viven en la actualidad. Esta situación les impide ser felices, porque la vaga idea de que puedan perderla en cualquier momento les asusta, les deprime, les crea ansiedad, les impide vivir el momento y les hace infelices.
En cualquier caso, la felicidad está en cada uno de nosotros. Sentir apego o aferramiento por la felicidad pasada o incluso por la actual sólo nos atraerá desdicha y frustración. Esto es muy fácil de decirlo, llevarlo a cabo es otro cantar. Sin embargo, en nuestro propio bagaje vital están las respuestas que nos pueden ayudar a encontrar el camino que nos haga ser felices cada vez, en cada momento y con las personas con las que estemos. Si ya sabes dónde está tu felicidad, vete a por ella sin titubear y, si no lo sabes, concéntrate y verás como aparece ante tus ojos con claridad.