Todos tenemos una vocecita en el interior que de vez en cuando nos dice: “eres increíble” o “vales menos de lo que crees”. Esa voz se ve afectada cuando los demás no nos valoran lo suficiente.
Si te fijas, las personas tendemos a polarizar, de ahí lo de pasar de ser “increíbles” a “no valer nada” con un simple comentario de alguien que, quizá, ni nos importe.
¿Cuáles son las razones de ese sufrimiento? ¿Qué se esconde detrás de todo ese proceso?
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Si no te valoran, tu ego sufre
Es como un puñetazo en la boca del ego. Cuando no recibes validación del exterior, sufres. Te puedes hasta sentir pequeño y vulnerable.
¿Por qué pasa esto? Nuestra autoestima también está vinculada con cómo nos perciben los demás. Es esa vocecita en la cabeza que mencionamos al inicio. Por desgracia, es influenciable y a veces escucha demasiado lo que los demás tienen que decir.
Somos seres sociales. Necesitamos a los demás. Cuando los demás no nos valoran, es normal que nos afecte, aunque aquí hay que recalcar que el juicio exterior debería condicionarte poco.
Imagina que cada comentario de tu entorno te afecte (para bien o para mal), si eso sucede, serás poco menos que una marioneta. Harán contigo lo que quieran. En vez de eso, valórate más. Lo que digan otros siempre afecta, pero debes trabajar para que cada vez te importe menos.
El deseo de agradar
Además, hay algo en todos nosotros que siempre quiere agradar a los demás. Ya sea tu jefe, tu pareja, tus amigos o incluso extraños de las redes sociales. Quieres que te den una palmadita en la espalda y te digan: «¡bien hecho!».
Es algo innato que llevamos en los genes. No se puede eliminar de un plumazo, aunque si eres consciente de ello, podrás reducir ese deseo de agradar al resto. Ese “control” te servirá para sufrir menos cuando sientas que los demás no te valoran lo suficiente.
Las comparaciones son otra pata del sufrimiento
Otra cosa que incrementa el dolor es compararnos con los demás. Ves a alguien recibir elogios y piensas: «Oye, yo también lo hice bien, ¿dónde está mi reconocimiento?»
Compararte con otros es como jugar a la tragaperras: a la larga siempre vas a perder.
Recuerda que siempre habrá alguien mejor, más rápido, más guapo, más lo que sea. No puedes ir por la vida comparándote porque perderás y sufrirás.
¿Qué hacer cuando no te valoran?
Estas tres sencillas claves te ayudarán a esquivar el sufrimiento innecesario. Si no te valoran, haz esto.
- Conoce tu valor: en vez de dejar que otros decidan cuánto vales, establece “el precio” tú mismo. Eres único. No hay otro igual en el planeta. Cuando te pones precio, todo cambiará.
- Deja de compararte: en la era de las redes sociales es fácil dejarse influenciar por la imagen que transmiten los demás. No lo hagas. Tú tienes tu vida. Evita comparaciones.
- Busca la validación interna: aprende a darte una palmadita en la espalda cuando toque. Celebra tus logros, incluso los más pequeños. Aprende a sentirte bien contigo mismo sin necesidad de recibir el aplauso externo.
Lo siento, no vas a poder dejar de sufrir cuando no te valoran lo suficiente porque es algo innato. Lo que sí puedes hacer es trabajar para que te afecte lo menos posible. Invierte en ti, en tu crecimiento personal. Con el tiempo, lo que digan los demás te importará menos.