Tauro es uno de los signos más complejos del Zodiaco, por lo menos, mucho más de lo que se suele decir al respecto. Asociamos al signo de Tauro con su animal regente, el toro, y podemos verlo como una criatura simple y en general pacífica, siempre y cuando no estemos condicionados por las corridas de toros, que nos hacen creer que éstos inocentes animales, son agresivos y brutales.
En realidad, hay que pincharlos mucho para que se tornen furiosos y embistan como en los dibujos animados, echando humo por la nariz. Pero más allá de esas imágenes tópicas, los toros son criaturas fuertes, hermosos y también capaces de una cosa que se conoce como “la furia taurina”, que no es leyenda, ya que las personas del signo de Tauro poseen una infinita paciencia y suelen ser bastante estables, pero sólo si les dan motivos suficiente para enfurecerse. Aunque también existen algunos Tauro mal aspectados, que suelen enfurecerse más de lo recomendable, siendo aplastantes, abusivos y despiadados.
Los pecados capitales de Tauro
Otro característica negativa de Tauro tiene que ver con su relación con Venus y el elemento tierra. Ya que este signo representa tanto lo que construimos, como de lo que nos alimentamos, como la tierra nutriéndose de la lluvia o el ser humano comiendo una fruta. Pero Venus le da un componente muy sensual y lujurioso a Tauro, lo que hace que pueda caer fácilmente en el vicio de la gula, la lujuria, o la codicia.
Y ya se sabe que los pecados capitales se llaman así, porque te hacen caer en pecados mortales como el robo, el crimen o el falso testimonio. Y es que si lo único que te importa es comer como un cerdo necesitarás dinero con lo que satisfacer eso y si necesitas dinero con urgencia serás capaz de cometer cualquier crimen para satisfacer tus bajos apetitos.
La obsesión de Tauro por los aspectos materiales
La Casa II es la de Tauro y es la que rige la seguridad material, pero esto mal entendido por un Tauro lo puede hacer excesivamente preocupado por el dinero y esto no es malo, mientras no se lleve por los cuernos todo lo que le impida satisfacer su necesidad de bienes materiales, que sabemos que muchos crímenes sociales, medioambientales y pasionales se han cometido por el excesivo apego al dinero.
Ya que es propenso a la sensualidad, eso le da la capacidad de disfrutar de la vida y tener una gran sensibilidad artística y emocional, ya que Venus es después de todo, el planeta del amor y la belleza, pero esto mal llevado puede devenir en una búsqueda insaciable por los más diversos placeres de la carne, para lo cual muchas veces se necesita dinero, por lo que tendremos a un personaje que come demasiado, fuma, bebe y además hace lo que sea para conseguir como satisfacer sus bizarras y retorcidas demandas sexuales, pagando por ello.
Tauro puede ser muy enamoradizo, pero también su gusto por el sexo lo puede hacer promiscuo o infiel. Su célebre terquedad que bien aspectada le otorga un talante firme y una seguridad en sus propios valores, mal llevada lo hace intransigente, cerrado de mente e incapaz de abrirse a ideas o sentimientos nuevos.
Un padre Tauro, por ejemplo, puede juzgar duramente a sus hijos si éstos no son como él espera o no hacen lo que él quiere, porque a veces esa terquedad se vuelve necesidad de control, autoritarismo e inclemencia, cuando pretender salirse con la suya y encuentran oposición. No nos gustaría asustarlos pero seres tan destructivos como Hitler, Pol Pot o Hussein, eran del signo de Tauro.
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