El décimo signo del Zodíaco, la Cabra o Capricornio puede ser unos de los signos con una personalidad más compleja de descubrir, aunque no por eso menos marcada. Aunque la Casa diez representa el poder y el prestigio social, esto no debe entenderse solamente como una cualidad superficial de Capricornio sino que está referido a la autoridad moral y al poder emanado del respeto que elevan a una persona a la categoría de líder.
Vamos, que aunque se trate de la «casa de los presidentes y los gobernantes del mundo», eso nos puede hacer creer que Capricornio representa valores superficiales o meramente gerenciales como los que presentan los políticos actuales, y en realidad, el carácter Saturnino y de poder Capricornio esta relacionado con un poder superior emanado de la grandeza del espíritu.
La templanza y discreción de Capricornio
Cuando se dice que Capricornio o la Cabra “trepa” socialmente no deberíamos confundir esta cualidad con el “oportunismo” por el que algunos mediocres “trepan” hacia posiciones superiores, se refiere más bien, al esfuerzo, la disciplina y el trabajo persistente y continuado de ascender a una meta o a un propósito determinado sea este mundano, como ser el presidente del país, de la empresa o de “su propio jefe” sino también con el trabajo persistente y delicado en la búsqueda de la excelencia como el que podría realizar una bailarina o un científico cuya meta sea aportar un gran arte o descubrimiento a la sociedad.
Así que la mejor versión de Capricornio tiene que ver con una persona discreta, laboriosa, centrada, y bastante templada en sus apetitos, ya que no es posible lograr ningún objetivo si nos dejamos arrastrar demasiado por sueños, pasiones u obsesiones.
Capricornio es un signo “sólido” en el sentido de que todo lo que construye o en lo que se involucra se basa en unas bases cuidadosamente elaboradas, sin prisa pero sin pausa, como suele ser muy característica en la forma de trabajar de este signo.
La solidez y la sabiduria como estandartes
Cuando se refieren a que Capricornio respeta mucho las tradiciones y los valores familiares esto describe una de las características que hace que Capricornio sea “sólido”. Ya que desde muy joven Capricornio respeta a quienes están en una posición de autoridad porque presiente que si están allí es por algo, a diferencia de los creativos Leo o Sagitario a quienes su entusiasmo a veces los hace pecar de arrogancia y les ocasiona numerosos retrasos en el acceso a sus metas.
Capricornio no hace aspavientos, espera el momento preciso, respeta su lugar y tiene la paciencia y la humildad de observar con atención a quienes se encuentran en una posición superior a ellos en algún sentido, ya sea social, moral o sencillamente debido a su edad. Eso evita que numerosas decepciones para este signo que en el camino a sus metas no apresura el paso pero tampoco sufre las caídas que provocan actitudes más arrogantes como las anteriormente descritas.
Cuando los nativos de Capricornio usan sus energías naturales y, las enfocan correctamente, son dueños de algunas de las cualidades más positivas que puede tener una persona como son la paciencia, la prudencia, la humildad y la sobriedad.
Es un signo que trae tras de sí un gran trabajo kármico y es el signo que rige la «Vejez», pero como arquetipo, ya que la vejez es la sabiduría y también el desapego de las pasiones juveniles e infantiles que tanto placer y tanta angustia provocan en el alma inmadura.
El desorden, la obsesión, los celos, el despilfarro, la angustia, todas actitudes propias del desborde pasional de signos más juveniles y que gracias a su posición invernal y saturnina Capricornio desprecia innatamente, sin necesidad de cansarse de ellos después de hacerlo mucho durante la juventud como la mayoría de la gente. Ya que el arquetipo saturnino también está relacionado con la placidez de sentimientos de una vejez virtuosa en donde se observa con satisfacción una vida sabiamente disfrutada.