Tauro es el signo de las posesiones y de lo que obtenemos a través de nuestro esfuerzo.
Si es verdad que los seres humanos estamos condicionados para sufrir ante las pérdidas casi automáticamente, hay muchos signos como Tauro, que por su naturaleza esencial y por los rasgos propios de su elemento y su planeta, serán más vulnerables ante las pérdidas.
Y aunque también Tauro rige nuestros valores, que es algo un poco más espiritual, lo cierto es que es un signo de tierra, y la tierra por su propia naturaleza es materialista.
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¿Qué quiere decir esto?
Que Tauro vive mucho en todo lo que es tangible, sea su cuerpo, su casa, sus cosas, la ropa con la que se viste, las joyas que atesora (porque sí, casi seguro que atesora pequeñas joyas y todo tipo de objetos hermosos, ya que es muy propio de su carácter).
Muchos acusan incluso a Tauro de tacaño, pero lo cierto es que esto es bastante falso.
Puede que haya algunos Tauros tacaños por eso de su apego a lo material, pero para Tauro lo material no necesariamente es algo para acumular mezquinamente, sino incluso para repartir.
El que tenga un amigo o una amiga Tauro sabe que inclinados son a agasajar con comilonas y todo tipo de placeres materiales a sus amigos y conocidos. Ya no digamos a sus amantes a los que prodigan todo tipo de caricias y ternura.
Y es que regido por Venus y representante de la hermosa y colorida primavera, Tauro es un signo también de efervescencia y prosperidad material, por lo que muy al contrario, no suelen ser tan tacaños como se ha dicho.
Tauro busca siempre la estabilidad
Lo que sí se ha dicho mucho de ellos, y hay que reconocer que es una verdad como un templo, es que son posesivos y tercos. En este caso es el primer rasgo, el que nos va a dar la mejor pista de cómo reacciona Tauro ante la pérdida.
Pues si uno es especialmente posesivo y necesita estabilidad y seguridad material se puede deducir fácilmente que no se va a tomar las pérdidas nada bien.
Es más, hay que decir que pasará un largo trecho desde que Tauro pierda algo hasta que asuma que lo perdió.
En este caso su célebre terquedad jugará un papel importante, ya que como le dé por ponerse terco y obviar todas las pistas respecto a la pérdida (algo como que su pareja le esté informando que la relación ha terminado) la cosa se puede poner intensa.
A Tauro le cuesta decir adiós
Otra de las características de Tauro es su enorme capacidad de persistir en una meta (y eso también quiere decir, saber aferrarse a algo por mucho que ese algo se quiera largar de allí) vamos, que a Tauro no le gusta perder y no lo pone fácil sino quiere perder algo.
Digamos que ha pasado un tiempo prudencial y ya, cedida en su terquedad y observando la situación con mayor lucidez, Tauro asuma que ya no hay nada que hacer y que ha perdido algo.
Una de sus formas retorcidas de conservar ese algo será guardándole un largo y desconsolado luto a la situación, persona e incluso objeto que haya perdido.
Luego, también hay que decirlo, Tauro es resistente y posee un enorme amor por la vida, por lo que pasada las distintas etapas (negación, ira, etc) Tauro se recuperará de sus cenizas y saldrá renovada y con ganas de tener algo nuevo y mejor que lo que había perdido.