Cada vez son menos las personas que son capaces de dormir toda una noche de un tirón. Esta sociedad abrumadora, estresante y ansiosa crea, cada día, nuevos insomnes cotidianos que no son capaces de desconectar cuando se van a la cama, insomnes que más consultar con la almohada antes de dormir, sufren tertulias nocturnas consigo mismas hasta las cuatro, cinco o seis de la mañana en las que generalmente no solucionan absolutamente nada. Para muchas de estas personas la meditación se ha convertido en su tabla de salvación, una manera de conciliar el sueño y descansar.
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MEDITAR ANTES DE COGER EL SUEÑO
¿Cuántas veces os habéis ido a la cama pensando en las mil quinientas cosas que os han pasado durante el día?, seguramente, todas las noches. Pues bien, meditar antes de coger el sueño es una manera muy fácil de conseguir que la mente aparte toda la información que ha recibido durante el día. El sueño, aunque a muchos os pueda parecer un proceso vital prescindible en algunas situaciones, es muy importante. Hay que tener en cuenta que, sin sueño no hay descanso, y sin descanso la productiva cae en picado, nos sentimos aletargados, tristes, ansiosos, etc… La meditación se define como la práctica de un estado de atención concentrada sobre un objeto externo, sobre un pensamiento, sobre la propia conciencia, etc… Conviene saber que, aunque no se trata de una práctica destinada exclusivamente a que los insomnes puedan dormir, sí es una herramienta estupenda para conseguir que todos esos pensamientos que les han estado apabullando durante todo el día desaparezcan y puedan coger el sueño con mayor rapidez.
LA MEDITACIÓN Y LA RELIGIÓN
Muchas personas entienden que la meditación es una práctica destinada exclusivamente a aquéllos que se desenvuelven dentro de un marco religioso específico. Si bien es incontestable que ciertas religiones, como la budista, la hinduista y algunas paganas, cuentan con la meditación como un pilar fundamental de su desarrollo, también lo es que no hace falta pertenecer a ninguna de estas religiones para practicar la meditación de forma habitual. Por ello, no se debe tener la idea errónea de que hay que ser budista, hinduista o pertenecer a cualquier otra religión para meditar.
NUNCA HE MEDITADO ¿CÓMO LO HAGO?
Hay quiénes se plantean cómo meditar si nunca antes lo han hecho. Si esta pregunta la hubieran formulado hace cuarenta años, la respuesta hubiese sido un poco más compleja, pero hoy en día, internet ha abierto una ventana fantástica hacia el mundo de meditación sin necesidad de moverse de casa. A muy, muy grandes rasgos, en la red se pueden encontrar dos tipos de meditaciones. Por un lado, la meditación basada en la repetición de mantras. En este sentido, el budismo cuenta con estos apoyos para meditar, conseguir sosegar la mente y enfocarla en la repetición de una serie de sílabas, en algunos casos muy fáciles de memorizar, y en otros, un poco más complicadas, pero no imposibles. Por otro lado, la meditación basada en la visualización de pensamientos generadores de paz. Teniendo en cuenta que es muy difícil que, sin práctica previa, uno mismo pueda evadirse de sus propios pensamientos y relajarse, la meditación guiada es una solución fantástica en este sentido.
En nuestra página de Google+ Alicia Galván, ya hay disponibles algunos vídeos tanto de meditación guiada como de meditación apoyada en los mantras budistas con los que es, relativamente, fácil alcanzar el estado de relajación necesario para conseguir que el sueño pueda verse como un proceso placentero y no como una tortura.