En el génesis bíblico se dice que: “Dios que creo al hombre a su imagen y semejanza, conforme a la imagen de Dios lo creó, y los creó macho y hembra.” Sin embargo, más adelante y después de ordenarles multiplicarse y poblar el mundo además de someter a la tierra y dominar a los peces, a las aves y a los reptiles, llega Dios y de nuevo dice unos párrafos más adelante: “No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda semejante a él”.
Aunque estamos acostumbrados ciertas contradicciones en las acciones de Dios (como por ejemplo, que sea misericordioso pero que no se corte nada en enviar un diluvio) estamos seguros que esta parte posterior no se debe a un «error» en la memoria de Dios (como el hecho de que haya olvidado que ya había creado a un macho y una hembra) sino que se debe a un fragmento probablemente censurado por los difusores de la Biblia, en dónde se habla de esa primera mujer creada a imagen y semejanza del supremo, y que no fue precisamente Eva.
Y es que de entre las leyendas más antiguas del folclore judío, así como en textos apócrifos hebreos, nos encontramos con Lilit, una mujer que fue creada del barro al mismo tiempo que Adán pero que a diferencia de lo que le pasaría luego a los padres de la humanidad (Adán y Eva), no fue expulsada del paraíso, sino que ella misma, por voluntad propia, decidió escaparse de allí.
La fábula de Lilit
Resulta que cuando Dios creó esta compañera para Adán, ella (muy confundida) creyó que se trataba de una situación de igualdad de géneros, pero resulta que no, que Adán (quien parece inventó la posición del misionero) insistía en que Lilit se pusiera debajo de él como una buena chica, que se sometiera a sus deseos de forma sumisa, pero Lilit encontraba ofensiva esa posición, por lo que insistía en situarse sobre el macho.
Esta actitud, bastante impropia de una «buena chica judía», era apoyada por Lilit a través del siguiente argumento: «Si nos crearon a ambos del polvo ¿por qué me tengo que poner abajo?”. Pero Adán, un chico de pocas palabras e ideas fijas, esto le parecía impúdico y caprichoso, por lo que un día llegó hasta el punto de intentar forzar a su novia, por lo que ella muy indignada reaccionó pronunciando el nombre secreto de Dios y elevándose por los aires, marchó fuera del Edén.
Como no tenía madre, ya que acababa de ser creada por Dios, fue a refugiarse cerca del Mar Rojo, en dónde abundaban demonios lascivos, ángeles caídos y un grupo más o menos nutrido de rebeldes infernales.
Mientras tanto, se quedó Adán esperando en el Paraíso y, practicando ya sus dotes delatoras para el futuro y famoso episodio de la manzana, se dirigió a Dios, a quién le dijo: “Me ha abandonado mi compañera”. Dios (en clara actitud gremial) mandó a tres ángeles (Senoy, Semangelof y Sansenoy) a buscar a Lilit con razonable y misericordioso argumento: “Vuelve o si no te ahogamos”.
Supersticiones judías en torno a la figura de Lilit
“¿Cómo voy a volver al Edén con el fastidioso de Adán, después de lo bien que me lo he pasado aquí en el Mar Rojo?” dijo Lilit, con una desfachatez y una falta de sumisión que rozaban lo diabólico.
“Si te niegas, morirás” respondieron los ángeles con su talante gestapo-celestial. Evidentemente y por la fama de rebelde que más tarde sería conocida y que los medios le han atribuido desde entonces, Lilit se negó.
La leyenda nos cuenta que entonces Dios la castiga (misericordiosamente, como nos tiene acostumbrados) haciendo que todos sus hijos (que supuestamente eran demonios y que supuestamente también daba a luz por centenares) mueran cada día. Por lo que Lilit entre los judíos es conocida por tener la insana manía de llevarse a los niños no circuncidados o a las niñas hasta los veinte días.
Se dice también que es la madre de los íncubos (demonios) que hacen a los hombres soñar cosas lascivas para que desperdicien su simiente. Entre los judíos más ortodoxos, es costumbre poner un amuleto con el nombre de los tres ángeles que Dios envió (Senoy, Semangelof y Sansenoy) a los recién nacidos, para evitar que Lilit los rapte. Ellos creen también que si un recién nacido se ríe dormido, es porque Lilit le está haciendo cosquillas.