El proceso de Coaching consta de una serie de etapas que son comunes a todos los procesos de Coaching, si bien no siempre siguen la misma secuencia ni son objeto del mismo grado de atención por parte de Coach y Coachee (Cliente):
Proceso Coaching:
1. Analizar la situación actual del Coachee. Se trata de identificar el asunto que éste quiere trabajar. Puede tratarse de un tema general: “Quiero mejorar mis relaciones personales”; o de cuestiones más concretas: “He discutido hoy con mi pareja”.
2. Identificar los objetivos que el Coachee desea alcanzar. Es decir, aquello que para él constituye un “estado deseado”.
3. Entender los motivos por los cuales el Coachee no consigue los objetivos que busca, la situación deseable. Se indaga sobre las creencias y hábitos que gobiernan sus acciones y que operan como obstáculos para conseguir los resultados que quiere.
4. Definir el plan de acción y establecer los compromisos. En esta etapa el Coachee empieza a actuar de forma diferente, prueba con nuevas acciones y experimenta las consecuencias.
5. Realizar el seguimiento del plan de acción y evaluar los resultados de las nuevas acciones que se han puesto en práctica, como medio para afianzar nuevos aprendizajes.
El proceso de Coaching exige trabajar sobre las creencias del Coachee, qué explicaciones se da sobre lo que le sucede, qué limitaciones identifica en su trayectoria, qué impedimentos y bloqueos («no seré capaz», «no valgo», etc.). Mediante las conversaciones de Coaching son revisados los juicios del Coachee y se valora si conviene mantenerlos o cambiarlos, cuando son limitadores y le alejan de sus objetivos.