Es una de las decisiones más importantes que solemos tomar en la vida, y quizá por eso existan tantas teorías. Hablamos de la forma en la que escogemos a nuestra pareja ideal.
Una de las teorías más importante es la hipótesis del emparejamiento selectivo de Walster. ¿En qué consiste y cómo puede ayudarte? Quédate hasta el final y lo descubrirás.
Tabla de contenidos
¿Qué es la hipótesis del emparejamiento selectivo?
La elección de pareja es un proceso complejo que involucra múltiples variables o factores:
- Apariencia física.
- Personalidad.
- Aficiones e intereses.
- Compatibilidad de caracteres.
- Valores.
La hipótesis del emparejamiento selectivo sugiere que las personas tienen una tendencia a elegir parejas que son similares a ellas en algún apartado relevante (como los anteriores).
Puede ser a nivel físico o de personalidad. Esta hipótesis se ha respaldado con diversos estudios empíricos que muestran que las personas tienden a elegir parejas que comparten intereses, antecedentes culturales, valores y creencias similares.
La ciencia también ha comprobado ese comportamiento en los animales. Por ejemplo, buena parte de los pájaros machos eligen hembras similares a ellos en tamaño corporal, color de plumaje y canto.
¿Puede ayudarte esta hipótesis?
La hipótesis del emparejamiento selectivo tiene implicaciones prácticas importantes. Por ejemplo, ayuda a comprender mejor tus preferencias y a buscar parejas que sean más compatibles en términos de intereses y rasgos de personalidad.
También puede ser útil para comprender mejor los conflictos en las relaciones que pueden aparecer y cómo resolverlos de manera efectiva.
- Ejemplo práctico de la hipótesis de emparejamiento selectivo:
Imagina que vives en un barrio obrero de una gran ciudad. La hipótesis formulada por Walster dice algo tan simple como que por norma general sentirás preferencia por emparejarte por alguien de tu barrio (o de uno similar), ya que estás acostumbrado a convivir con gente así.
Probablemente no encaje contigo alguien de un barrio periférico de lujo cuyas costumbres estarán muy alejadas de las tuyas.
Esto no siempre es así, pero suele funcionar.
Al buscar una pareja, es útil reflexionar sobre lo que es importante en la relación y buscar personas que satisfagan esas necesidades.
Además, es importante tener en cuenta que la selección de pareja no es algo que deba tomarse a la ligera. Una pareja compatible puede ser una fuente de felicidad y apoyo durante toda la vida, mientras que una pareja incompatible puede causar conflicto y estrés.
Supongamos que decides emparejarte con una persona con costumbres totalmente opuestas a ti. ¿Cómo crees acabará eso? Puede que bien, pero la diferencia entre las formas de vida hace que, a priori, no parezca la mejor elección.
El ejemplo del barrio es muy básico, pero sirve para ejemplificar la hipótesis del emparejamiento selectivo. Puedes hacer lo mismo con otros rasgos: nivel de estudios, atractivo físico, aficiones y mucho más.
¿Hipótesis del emparejamiento selectivo y pareja ideal van de la mano?
Depende. También existen estudios contrarios a la hipótesis del emparejamiento selectivo, aunque a nivel general se da por buena la base de la teoría: solemos elegir a personas similares a nosotros, ya sea física o mentalmente.
A veces la teoría falla, primero porque somos personas y segundo porque podemos creer que merecemos menos lo que nos hace “bajar el listón”.
No obstante, es importante conocer esta hipótesis a la hora de elegir a la pareja ideal. Alguien similar a ti en términos de intereses, valores y rasgos de personalidad hará más fácil la convivencia. Eso, unido a la atracción física, puede ser la llave para construir una relación duradera.