Antes de adentrarnos en los mundos de la Astrología, creo que sería conveniente explicar brevemente los distintos apartados que abarcará este artículo. Primero, hablaremos del signo de Capricornio, que será el escenario donde el Señor del Hades nos dejará su lección. Luego, profundizaremos en Plutón y su mensaje, refrescando rasgos y situaciones que nos acerquen a sus energías emocionales. Por último, hablaremos del tránsito y de las aplicaciones personales que podemos emplear en nuestro día a día. El planeta Plutón entró en el signo de Capricornio en Enero del año 2008. Como todos los planetas generacionales se tomará un tiempo en caminarlo. Las estructuras financieras caerán, mientras el miedo y la incertidumbre plutonianos salen a la superficie.
Tabla de contenidos
El signo de Capricornio
- Signo de Tierra: Capricornio es el tercer signo de tierra. El más trabajado de todos ellos. Aquí ya no valen las formas de Tauro, ni las ubicaciones de Virgo. No vale moldear, ni etiquetar. En este signo se marcan los límites a nuestras capacidades, a nuestros sueños y a nuestros miedos. Es el prestigio y la culminación, imposibles de crearse sin el largo pasar del tiempo. La tierra de Saturno nos muestra el mundo real. El hambre y la riqueza. El poder y la debilidad. La guerra y la paz. La responsabilidad y el peso de la locura.
- Signo Cardinal: Es un signo cardinal que marca la llegada del invierno, donde sólo el trabajo nos puede proteger de las inclemencias externas. Capricornio es el techo. Marca el norte. Es lo que conocemos y medimos. Es nuestra vejez, con todo lo sólido que nos permite disfrutar en ella. Es la huella que deja el paso del tiempo, dentro de nosotros. Es el resultado del pasar de los siglos, la evolución humana y su saber.
- Significados: Es la recompensa al trabajo, al mérito y al esfuerzo. Si trabajas, tienes, y si no te has esforzado, te quedas fuera. No hay segundas partes. Habla del lugar que nos recibe al final de cada etapa. Pone los límites. Son las normas establecidas. Es el orden. No quiere caos. Tiene estructuras y pesa moverlas. Lo de cada uno es de cada uno. Habla de seguridad, de formas que nos protejan ante la adversidad de lo desconocido. En Capricornio celebramos el 50 aniversario, la obtención del título que nos gratifica, la firma de un gran contrato, la recompensa que se espera, la herencia que llega. Resumiendo, todo aquello que nos espera después de un largo camino.
- Astrología mundial: El signo de Capricornio representa a las altas instituciones. La ONU y todas tus organizaciones dependientes, El Fondo Monetario Internacional, una nación, un rey, un presidente, un general, un Banco, una gran casa, es La Bolsa, el consejo de administración de una gran empresa, etc… Todo lo que sea grande y pese. En las tierras de Capricornio, se toman las decisiones que afectan al conjunto de los individuos. Es la sociedad vista desde arriba. Dependiendo de la casa donde esté este signo sabremos que escenario de nuestra carta natal tiene ambiciones y potenciales que pueden desarrollarse mediante el esfuerzo y la tenacidad.
- Imagen: Lo representamos como una cabra que va saltito a saltito subiendo por cumbres escarpadas. A primera vista, no es la fuerza de Aries, ni la osadía de Leo. Tranquilamente, ella va paso a paso, cada uno a su tiempo. Sin apartarse ni un solo momento de su objetivo: la cima. Y la cabra llega. Siempre llega.
El Plutón Astrológico
- Mitología: La Mitología antigua lo hizo rey y fue Clyde Tombaugh quien lo observó por primera vez en Enero de 1930. Caminaba por el signo de Cáncer, el signo de La Luna. Quiero creer que nació a media tarde, porque a media tarde empieza el día a fundirse con la noche, y seguramente el dios del Hades se resistió hasta el último momento para dejarse ver por los ojos de nuestra humanidad. No estaba solo. Caronte, el encargado de cruzar almas a la otra orilla, le seguía de cerca. Detrás Hidra, la diosa de nueve cabezas que protege los infiernos. Y Nix, la diosa de la oscuridad. Plutón al frente, con paso firme. Se avistó en el sur, en un momento en el que el mundo salía de una gran guerra e iba camino de otra.Plutón es reto, porque se enfrentó a Deméter, diosa mitológica griega. La gran diosa de La Tierra. En una eterna primavera producía ricas cosechas. Alimentaba a los antiguos griegos con su fruto perenne. Pero el Dios del Hades, salió de su crudo mundo, y cuando sus ojos se clavaron en la dulce Perséfone (hija de Deméter), la raptó y la condujo a las profundidades de su reino.
- Significados: Es invisible. Deja una estela fría. Es callado. Es el pequeño diablo que reta cada día nuestros logros. Sutilmente, mina nuestros momentos de tranquilidad personal, se acerca y nos desnuda. Es una excitación inoportuna. Es la piedra incómoda dentro del zapato. Nuestra sombra. Una despedida sin adiós. No le gusta la superficie. Pide que se profundice. Él, prefiere descubrirnos los tesoros ocultos que llevamos dentro. Aunque para ello nos arranque la piel. A su paso provoca fracturas irreparables dentro del alma. Con su afilada guadaña reduce pedazo a pedazo las seguridades a las que nos agarramos cuando huimos de nuestras profundidades. Plutón es cambio, un cambio que viene de lejos. Desde lo frío y angustioso del averno más oscuro que podamos imaginar. De allí nos habló Dante en su Divina Comedia. Allí también estuvo la dulce Perséfone cuando fue raptada por el mismísimo señor del Hades.Plutón es negro, porque negra es su herida, porque negro es su reino. En nuestra carta natal es quien gobierna en la profunda casa ocho. La casa oscura, el escenario donde nuestros miedos se hacen realidad. Donde sólo estas tú y los espejos que creas. Tú, la víctima y tú, el verdugo. Todo pesa dentro de ti, como debe pesarle al prisionero en su celda de aislamiento, lo estrecho de su mundo físico, de su vida envuelta constantemente en el sopor de si mismo.Terrible su negrura, porque con ella trajo el triste otoño y el duro invierno. Después de llevar a su amada a la profundidad de su reino, la diosa Deméter, triste y enfurecida, desató los peores desastres y negó su fruto. Los días se hicieron negros y la hambruna reinó en el mundo.
- Simbología: Plutón es veneno, como el veneno que separó a Romeo de Julieta. Plutón necesita que lo escuches porque si no te quema y aparece su herida donde menos lo esperas. Es una herida que sana con la sal, que crece con el golpe del silicio. Nuestra sombra se hace veneno y su veneno paraliza y consume. Lo importante es escuchar esa parte oscura que llevamos dentro y preguntarnos por qué alienta esos deseos. El señor pide su ofrenda, y nos cuesta darla. Abre caminos que aterran, y nos obliga a seguirle. Envenenada La Tierra y envenenado su amor, Plutón dejó regresar a Perséfone junto a su madre. Intervinieron los otros dioses y se llegó a un acuerdo. Para él, se la quedó en el triste otoño y en el frío invierno. La devolvería a su madre en la fresca primavera y en el cálido verano. Seis meses de fruto al año. Seis meses arriba y seis meses abajo. Plutón es oscuro, porque oscura es nuestra sombra, oscuros nuestros miedos, y oscuros sentimos nuestros deseos inconfesables. Oscura, como las palabras que no dijimos y que ahora queman las entrañas. Oscura, como la sombra que puede crecer y llegar a dominarnos. Oscuro, como abrasado constantemente en las cenizas del fuego eterno.
- Astrológicamente: Para entender algo más a Plutón hablaremos de su reino astrológico. La casa ocho, que tiene las características de Escorpio. Es el sitio donde nuestras emociones no tienen freno. No hay suelo. Si se cae, se cae profundo. Nuestro pozo particular. Donde nos metemos una tarde, si necesitamos estar solos. Para identificar este escenario en nuestra carta natal debemos buscar la cúspide de la casa ocho y ver en que signo se encuentra. Sabemos que ésta es la cueva que nos transforma. Una cueva semejante a la de Platón y su Mito de La Caverna. El signo nos dirá que tipo de infierno llevamos dentro. También habla de nuestra forma preferida de torturarnos. Si además, hay planetas en ella, veremos energías condensadas que esperan silenciosamente para hablarnos. Temas no resueltos, que necesitan profundidad para poder crecer. Pequeñas bombas atómicas sin tiempo definido para su explosión. Plutón es el miedo. El miedo al miedo. El punto donde esté situado en nuestra carta natal, indica el escenario psicológico donde no sentimos seguridad. Ahí tenemos una herida abierta que no sana. Viene de abajo, viene de dentro. De abajo porque se le asocia con la energía sexual, y de dentro porque llega de las profundidades de la casa ocho. Es el inconsciente que quiere emerger a nuestra mente, que se quiere instalar fuera. Es el hijo olvidado que vuelve a por su parte. Trae cosas que duelen, cofres negros que nos resistimos a abrir.
Conclusión, tránsito y consecuencias
- Tránsito: Los planetas transitan por la rueda zodiacal dejando sus regalos en nuestras casas natales. Tesoros invisibles que generan crisis y cambio asociados al dolor en la medida en que nos resistamos a abrir sus presentes. Aparecen a través de situaciones que nos obligan a cambiar. Anuncia el regalo, nos da el aviso y cuando vuelve ya lo hace para examinarnos. Quiere ver hasta donde hemos integrado y hasta donde negamos. A veces, el cambio viene de personas que se acercan. Unas veces, es la cara del amigo y otras, la del enemigo. Plutón se encuentra perdido en Capricornio. Entra en tierra extraña. Arribó al signo haciéndose notar, destapando las cloacas del sistema financiero. Purgando una a una las empresas que sostenían la economía. Se presentó en cada familia y la obligó a cambiar. A cambiar hábitos. Plutón saca hasta de debajo de las alfombras. Limpieza. Limpieza general. Se paseará tranquilamente por la tierra del sabio saturno, sin que éste pueda hacer nada por evitar como grandes estructuras, construidas con el pasar de los años, caen desde dentro. Los cimientos que estén podridos serán reemplazados por nuevos con pensamientos más justos. Como la madera que se derrite ante la invisible termita, veremos cambiar muchos conceptos económicos consolidados. Lo viejo muere.
- Consecuencias: Las estructuras que proporciona Capricornio se verán desnudas ante la fría mirada de Plutón que las retará. Su arma será el miedo. El Señor del Hades se hará notar. Desde dentro y hacia fuera. Mostrando culpables y sacando del olvido viejos temas que no hemos resuelto. La estabilidad que durante siglos nos ha proporcionado Capricornio se está viendo fundida con el paso de Plutón. Llegó con nocturnidad en un invierno de los más fríos que se recuerdan, y viene a llevarse lo que no sirve. Viene a derretir todo el pegamento que unía y mantenía estable nuestros mercados financieros y nuestro loco mundo consumista, donde los valores morales estaban arrinconados en una esquina. Para poder ver qué ocurre en cada carta natal, lo primero es identificar que casa tienes en el signo de Capricornio. Ahí estará Plutón caminando. Observa esa zona. Sentirás sus energías de cambio en ella. Llega para revisar lo miedos más oscuros. Ahí tendrás cambios y la oportunidad de ver los tesoros que te trae Plutón. No vale rodilla a tierra, aquí se nos pide pecho fuera y paso firme. Asumir lo que pesa dentro para poder aliviar la carga. Recursos que tienes olvidados en esa casa tendrán la oportunidad de ser activados. La palabra clave será: Alternativa. Desde el punto de vista individual, creo que lo mejor que podemos hacer es esperar a que escampe. Plantar una bandera y agarrarnos a su mástil hasta que estos vientos negros pasen de largo. Plutón derrite lo que toca y veremos como muchas cosas se derretirán de nuestra vida. Se van para siempre. Dejan sitio a lo nuevo. Sanada la herida, crece la carne. Todo aquello que no nos aporte una estructura sana, caerá. Complejos dormidos que salen de nuevo. Ataduras que pasan factura. Cuando Plutón nos toca en la carta un punto sensible, como pueden ser El Sol o La Luna, nada vale. Ya no somos capaces de separar la paja del trigo. Con él, nos ahogamos, nos precipitamos a su mundo. Su tierra es el signo de Escorpio, segundo signo de Agua. Aquí se pide profundidad. No vale el amor cariñoso y protector de la madre en Cáncer, ni el amor universal que nos enseña Neptuno en Piscis. Aquí se va a la guerra. Los celos y las pasiones llegan a ser incontroladas. Aquí hay sexo. Intercambio. Plutón cerca es el cáncer que come, es la muerte que destaja, es el aire que quema. Las pesadillas cobran vida y el desmoronamiento se hace constante.
- Conclusión: Antes de finalizar, me gustaría aclarar que no se puede entender la situación general actual sólo interpretando el tránsito de Plutón. Hemos de tener en cuenta a Neptuno caminando por Acuario y a Urano en Piscis. Los tres planetas generacionales dando una enseñanza diferente en los últimos signos de la rueda astrológica. Plutón limpiando estructuras viejas en Capricornio, Neptuno fundiendo y disolviendo ideas en el aire de Acuario y Urano cortando caminos que no llevan a ningún lado y abriendo inesperadamente nuevas ideas universales que pueden ser aplicadas para una humanidad futura que nos supere. En mi opinión, los efectos de estos tres planetas generacionales en los signos universales se verán de una forma más evidente cuando Urano empiece un nuevo ciclo caminando el signo de Aries, en la primavera del 2010.