Mi querido Libra, aprovecho la ocasión para decirte que soy la persona más afortunada del mundo por haberme cruzado en tu camino.
Antes de ti, creo que nunca valoré la importancia de contar con alguien en mi vida que se volviese imprescindible.
Siempre fui a lo mío y pocas veces me detuve a pensar en quienes estaban a mi lado y lo que podía hacerles sentir con mis acciones.
Siento que hasta que no llegó alguien como tú, no maduré afectivamente, ni supe lo que significaba de verdad una pareja.
Me has enseñado mucho
Anduve de acá para allá, dejándome llevar por el deseo, el enamoramiento arrebatado y juvenil, la pasión tormentosa, pero nunca mis sentimientos me permitieron detenerme a pensar sobre el amor, sobre la importancia de tener un espejo, alguien que complementa tu polaridad y que equilibra tu energía.
Alguien que está al otro lado de la balanza y logra contener esas energías que, bien llevadas, son creadoras y constructivas, y que entregadas a sí mismas a un ego solitario, que no tiene con quien compartir su existencia, pueden volverse egoístas y destructivas.
Fuiste tú quien me enseñaste el verdadero significado de la amistad, de la complicidad, de tener a alguien con quien compartir y hacer planes, de sellar un pacto, de tener un compromiso.
Pero a pesar de todo eso, que puede parecer tan serio, lo que más me enamora de ti es que contigo siempre soy joven, porque sigo enamorada, sigo jugando, porque no toleras la falta de belleza, de placer, porque eres la persona más intolerante del mundo con la mediocridad o lo feo y eso incluye lo que es injusto, lo que es inmoral.
Me encanta tu forma de posicionarte ante las cosas y de querer siempre decir lo que piensas, aunque pueda tomar a todos de sorpresa ya que no te gusta la polémica con cualquiera ni de cualquier manera, pero tienes una forma bastante radical de señalar cuando algo te parece una injusticia y cuando no estás por la labor de tolerarlo.
¿Qué quieres qué haga, Libra?
No me gusta verte de mal humor pero me seduce mucho tu manera de argumentar cuando algo te parece que está mal. No sé cómo puedes ser alguien tan encantador y tan beligerante al mismo tiempo.
Y, esa es otra, tu sentido del humor que a algunos puede parecer irreverente me sigue dando esa energía y esa fuerza para compartir contigo mis días y sentirme el ser más afortunado del mundo.
Hoy, cuando cumplimos un cuarto de siglo juntos, quiero recordarte lo importante que eres en mi vida, lo mucho que me has dado y lo mucho que me has hecho crecer.
Después de tanto tiempo no puedo imaginar un mundo sin tí y sin nuestros hijos, nuestros amigos, nuestra vida juntos y la belleza que agregas a cada momento que compartimos.
Adoro tu forma de ser que siempre me tranquiliza y a veces con humor me pone en evidencia y parece convivir muy bien con cada una de mis fallas y sobre todo, la tranquilidad y la paz que me da saber que, alguien como tú, Libra, nunca faltará a sus promesas.