Aunque todos querríamos vivir en armonía, lo cierto es que hay personas con las que es difícil llevarse bien y pueden convertirse en verdaderos enemigos. Discutir con ellos es meterse en problemas y no olvidan ni perdonan.
Hay cinco signos del Zodiaco que son especialmente complicados en este sentido, pues no les gusta arrodillarse ante nada ni nadie. Si te encuentras con alguno de ellos, trata de sacar tus habilidades de mediación o apártate de su camino si no quieres problemas.
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Tauro, enemigos en la sombra
Pese a su calmada apariencia, Tauro es capaz de llevar dentro mucha ira y aún más de almacenarla, dejando que se muestre a través de un comportamiento pasivo-agresivo.
Lo que hace que los Tauro sean enemigos verdaderamente terribles es que se niegan a reconocer abiertamente que lo son, incluso si ambos sabéis que es verdad.
Un Tauro saludará a un enemigo con una sonrisa y entablará una conversación agradable, negándose a reconocer cualquier tipo de tensión. Y justo cuando empieces a creer que te has inventado ese mal ambiente, te verás desplazado de reuniones y actividades que organice Tauro, sintiendo cómo te come el terreno poco a poco.
Cáncer, la venganza emocional
Si tienes como enemigo a Cáncer prepárate para vivir un torbellino de emociones que irán directamente a por ti. Te costará entender lo que está pasando porque Cáncer es capaz de disculparse sentimentalmente después de una pelea, pero esparcir maliciosos chismes sobre ti un segundo después.
Cáncer sabe mantener un tira y afloja que desestabilice a sus enemigos. Pasará de la ira y el ataque al llanto y la culpa, dejándote sin saber sus verdaderas intenciones.
Sagitario, rencor profundo
Los Sagitario son sensibles y se ofenden por cosas que los demás no tienen en cuenta. Son capaces de mantener un rencor arraigado por un acto como una mala broma, un despiste en una invitación o una opinión moralmente negativa.
Puede que no sea de los signos más agresivos a la hora de mostrar su enemistad con alguien, pero son capaces de almacenar resentimiento sin límites. Por eso, lo mejor es no añadir leña al fuego y dejar que Sagitario pase un tiempo a solas para que pueda purgar sus sentimientos.
Escorpio, enemigos por naturaleza
La furia de un escorpión es inquietantemente tranquila. Espera con su aguijón preparado el mejor momento para atestar un golpe mortal. El dolor no es la peor parte, es la espera de saber que antes o después, lo hará.
Los Escorpio no van por ahí fingiendo que todo está bien cuando no lo está. Si eres su enemigo, te tratarán como tal.
Normalmente no tendrás tiempo de defenderte de su ataque, porque una vez que te des cuenta de que son tus enemigos, ya te habrán picado.
Aries, el «yo» como prioridad
Los Aries tienen muy claro de qué lado están ante una disputa: del suyo propio. A los Aries no les importa mantener las apariencias o las buenas maneras, cuando consideran a alguien como un enemigo, irán a por todas hasta destruirle.
El problema es que Aries enciende su chispa rápido y se siente ofendido fácilmente. Cuando eso ocurre centrarán toda su atención y energía en acabar con la amenaza.
Si tienes a Aries como enemigo, mejor espera a que estalle su fuego en otra parte. Lo bueno es que tan pronto sube como baja.
Cuando salimos de nuestra zona de confort y entramos en la jungla global siempre hay enemigos esperando a darnos un golpe. Lo importante es estar preparado y saber cómo contrarrestarlos.