La dualidad de los Géminis habla por sí sola cuando se trata de evidenciar su lado más oscuro. Cualquier Géminis es como el Ying y el Yang, como la sal y el azúcar.
Un Géminis puede ser una persona cautivadora, encantadora, amable y servicial, y, de repente, convertirse en lo opuesto. Así, sin que tenga ningún sentido, los Géminis pueden cambiar de la noche a la mañana.
Lo mismo les ocurre con las decisiones, quizás un día piensan una cosa, pero después no actúan en función de ésta porque, de repente, piensan lo contrario .
Para algunos signos del zodiaco más terrestres, la actitud de los Géminis puede llegar a ser algo desconcertante, pero es que ellos son así. A veces, incluso, son desconcertantes para ellos mismos, pero, por lo general, si les pides explicaciones simplemente se excusan diciendo “cambié de opinión”.
Y esta cara oculta de los Géminis se traslada a todas las áreas de su vida, por lo que suele darles más que un quebradero de cabeza en muchos ámbitos, como el trabajo o el amor.
Su carácter dual suele hacerles muy difícil ser personas resolutivas, ya que le dan mil vueltas a algo antes de tomar la decisión de actuar. Incluso, una vez que actúan, acaban preguntándose si hicieron lo correcto, si esa decisión es la mejor, etc.
Para los Géminis que tienen este lado oscuro más desarrollado , esto puede llegar agotador para ellos mismos, incluso en situaciones que podrían carecer de importancia.
Por ejemplo, un Géminis puede llegar a pasar horas en una tienda decidiendo qué zapatos comprar y, al final, irse sin comprar nada.
De todas formas, esto no significa que en todo momento se comporten así, ya que si un Géminis se siente bien consigo mismo, su carácter dual será mucho menos extremo. Sin embargo, si un Géminis está estresado o tiene una mala racha, probablemente esta polaridad se agudice.
Hablando de estrés, este es otro defecto de los Géminis. Al ser un signo de aire, no suelen llevar muy bien los periodos de estrés. Y lo más curioso es que suelen tender a vivir este tipo de situaciones, pero se desarmonizan bastante cuando lo sufren.
Un Géminis tiene la capacidad suficiente para hacer frente a cualquier problema, ya que son fuertes, dinámicos, enérgicos, valientes y muy creativos.
Sin embargo, sus propios miedos internos y sus inseguridades pueden llevarle a sentirse totalmente desequilibrado en una situación de estrés, lo que puede conllevar problemas de salud o incluso algunos desajustes emocionales.
Por ello, para cualquier Géminis es fundamental trabajar en su autoestima y en la seguridad en sí mismo. Esto les ayuda mucho a equilibrar este lado oscuro tan perjudicial para ellos.
Uno de sus peores defectos es su mal humor en situaciones de conflicto. A pesar de que los Géminis suelen ser personas encantadoras, comprensivas y compasivas , cuando algo les ha enfadado, lo mejor que puedes hacer es alejarte de ellos, porque puedes acabar totalmente agotado mentalmente.
Los Géminis son muy observadores y recuerdan cada una de las cosas que los demás hacen mal, por lo que cuando se enfadan suelen sacarlas sin ningún tipo de contemplación, haciendo que la otra persona pueda sentirse realmente mal.
Si desean salirse con la suya en una discusión sacarán a relucir el pasado, los peores defectos de la persona y lo que haga falta para ganarla.
Lo más sorprendente de todo es que, tras haber sacado su perspicacia más dañina, puede que al rato no sientan ningún tipo de rencor ni remordimiento y actúen como si nada hubiera ocurrido y todo estuviera bien. De hecho, para ellos lo estará, ya que son cambiantes e impredecibles por naturaleza.
