El doce suele ser uno de los números más importantes en numerología, son doce los apóstoles, doce los meses del año, doce las casas del zodiaco y doce también los trabaos que debe realizar Hércules para ser admitido entre los dioses, ya que el doce es un número de iniciación.
Un hombre, vestido como un juglar yace colgado de una pierna en un árbol. El Colgado, a veces también llamada El ahorcado es una carta que habitualmente genera cierta confusión, ya que si bien la imagen de un ahorcado habla de cosas terribles, en realidad la carta se refiere a antiguos místicos que se colgaban de un árbol de forma voluntaria, con el fin de alcanzar ciertos niveles de consciencia; y es que si observamos bien la carta, el personaje está suspendido de un pie y cabeza abajo, sin embargo, no pareciera sufrir ya que esta posición es elegida por él mismo, con el fin de mirar el mundo de otra manera. Es por eso que en muchas barajas del tarot el personaje aparece con la cabeza iluminada o rodeada por un aura, lo que indica de alguna manera que su sacrificio será compensado por una nueva visión “iluminada” de los sucesos.
En muchos casos sus manos están por detrás de la espalda, lo que nos indica que quizá las tenga atadas y con sus piernas formando un número cuatro, que está referido a la estabilidad y la espera.
Sin embargo, en la mayoría de los tarots la expresión del hombre no denota angustia ni sufrimiento, sino más bien una serena aceptación de los sucesos y es que esta carta nos remite a situaciones en donde debemos entregarnos a las circunstancias ya que estamos “literalmente” atados de pies y manos.
Sin embargo en la interpretación este arcano representa un pasillo, un espacio de meditación entre dos acontecimientos a través de romper con ideas dogmáticas o una visión ya caduca de los sucesos (por eso el personaje está suspendido entre el cielo y la tierra y por eso mira el mundo “al revés”)
- En una tirada de cartas si nos habla de una situación de persona: Una persona sacrificada , abnegada, dispuesta a entregarse a otros. Poderes proféticos. Alguien que se encuentra atado a una situación pero de alguna manera está en camino de “liberarse”.
- En una tirada de cartas como respuesta: Periodo en que lo mejor que podemos hacer es esperar de forma pasiva los acontecimientos. Es una carta de transformación, pero no una transformación rápida y radical como la que nos promete La muerte o La rueda de la fortuna sino una transformación paulatina y más exigente. Ya hemos hecho lo que debíamos hacer, ahora sólo nos queda esperar la respuesta divina.
- Trabajo: Nos pide que examinemos los hechos desde una visión distinta a lo que hemos hecho hasta ahora; por supuesto, también nos habla de sacrificios y de esperar tiempos mejores. No es una carta muy positiva en el plano material ya que nos exigen sacrificios.
- Salud: Al ser una carta dura en el plano material cuando se refiere a nuestra salud nos habla de períodos de convencimiento, de enfermedades crónicas y también de problemas en las piernas, así como problemas circulatorios.
- Amor: Nos habla de un amor que en principio puede ser no correspondido, o también de uno que nos pone el mundo “patas arriba”.También habla de un período de espera para consumar una relación.
- Dinero: Periodo de sacrificios, pérdida de dinero pero por necesidad de sacrificarlo para futuros emprendimientos, es decir, la pérdida aunque en apariencia nos deje en una situación dura nos otorgará en el futuro prosperidad.